11 octubre 2013

Carajillo de Ron en la Peña COPA, de Moncofa

 Cuando el carajillo se convierte en una arte, entonces se saborea mucho más.

Cuando te lo vas a tomar hay un buen complemento aunque no hace falta, acompaña mucho más.


Como nos sabia mal terminárlo, se saboreaba poco a poco y su aroma fragancia y gusto te penetra por toda la boca, y entonces su elaboración se convierte en arte.

Quemado en una taza y el café con una cafetera expreso casera.
Aunque a nuestro gusto había un poquito demasiado café, pero la verdad es que no importaba. Estaba magnífico.

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